ALBERT CAMUS, 1960
Ser hombre es la conciencia del caído
sin cielo al que aferrarse; sólo suelo
ahondándose en
penurias; sin consuelo:
apenas el temblor de haber nacido,
ignorando el porqué. Sordo gemido
que ha de seguir hasta que caiga el velo
que no verá caer. Negro desvelo
de un corto amanecer; un sinsentido.
Y todo le da igual: es extranjero
de sí mismo y de quien le dio la vida,
y mata por matar y muere entero,
sin culpa, sin lamentos, sin reproche.
No es más absurda que otras mi partida,
entre los hierros rápidos de un coche.
© Mariano Shifman
Hola Mariano: un tributo sentido y muy logrado a este genio del existencialismo, del que remarcás su partida "absurda". Acompañada hermosamente por la imagen de Gus
ResponderEliminarIrene Marks
muy bueno; salud, Mariano!
ResponderEliminarEse gran vacío entre el día y la noche, en el irse... en el SER. ¡Grandioso!
ResponderEliminarMuy bueno Mariano! Gracias por compartir !
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