Bemol
Eso que empieza en la suela de los zapatos
y le pega a uno los pies.
Eso que aprieta, una vez que sube
angosta
comprime
lo reduce a un a un golpe seco
Eso que hace gritar
¡por qué!
Eso que gira, agota y perfora las palabras
Sin que pueda ninguna dar razón.
Eso que se nota en la cara
que convierte la voz
en un cascajo
y la espalda
en un despojo contra la pared.
Eso
¿será
el dolor?
© María Lanese
Impresionante poema, seguro es dolor.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
eso, maría, muy bien definido. y a veces más. abrazos. susana zazzetti.
ResponderEliminarPerfectamente entregado ese instante de agobio e impotente dolor.
ResponderEliminarDoloroso trabajo el de ponerle nombre a lo innombrable. Gracias María!!! Raquel Jaduszliwer
ResponderEliminarEso: eso que nos persigue y está, como un hueco en la carne. Muy buen poema, María. Abrazo, Inés
ResponderEliminarHola María:Un poema logradísimo sobre un tema universal y a la vez muy personalizado. A cada uno le corresponde elegir la versión que le corresponde. El final"un despojo contra la pared" es sinónimo de sufrimiento total. Fuertísimo Irene Marks
ResponderEliminarGracias por los comentarios, un gran abrazo!!!!
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