He de morir del modo en que he vivido
He de morir del modo en que he vivido. No seré como el
cóndor que tiene un solo amor y se deja morir cuando la muerte se lleva lo que
amó como un soplido.
Vuela, se eleva y se deja caer desde la altura cuando pliega
sus alas y en el aire es una ráfaga que ya no pertenece a tanta muerte.
Bendito cóndor, agua sublime.
He de colgar del árbol como Judas pues traicioné la senda y
la mirada del hijo que he soltado de la mano. Fui un pirata en los mares del
sur, crujía mi calavera cuando mi espada atravesaba el alma de algún náufrago,
y fui un ladrón en las garras del tigre.
Tendré mi muerte así,
pura y desnuda.
Escribiré un poema en el ocaso, garrapateado en la sombra
del hombre que fui,
tal vez,
de ese modo se recuerde mi nombre a la luz de una lámpara.
© Hugo Francisco Rivella
sin duda vas a ser recordado por tus bellos poemas, te imagino escribiéndolos hasta el último instante, hasta el último aliento! Un abrazo
ResponderEliminarMarta Ortiz.