Poema de Gustavo Gottfried
La bicicleta de mi tío Ignacio
la pagó mi madre
con su primer sueldo de maestra.
Mi tío vendía botones
de puerta en puerta, como mi abuelo
que tenía una valija
llena de medias y ropa interior
de la que tantas veces extraía
regalos para nosotros.
Pero mi tío quería progresar
y para eso
necesitaba una bici.
Con el tiempo, tuvo su propia tienda
y acompañó a sus hijos
según el camino de cada cual.
Hoy Fabián es un músico eximio.
Martín un pintor reconocido.
Verónica una gran ceramista.
Mientras vivió, tuve con mi tío
una relación adolecente.
Pero yo sabía que estaba
en su lugar como una roca
y que llegado el caso
no nos iba a fallar.
Mi madre amaba a su hermano
aunque siempre lo cuestionara
aunque le hiciera reproches
aunque nunca aceptara a la hermosa italiana
que él había elegido como esposa.
© Gustavo Gottfried
5 comentarios:
una historia de familia, un cuadro contado con delicadeza y amor. susana zazzetti.
He vivido al leer, su historia impactándome profundamente.
Una historia sencillamente bella y llena de amor familiar.
Felicitaciones, Gustavo y un gran abrazo
María Rosa León
Absolutamente real! Me encanto! Dolores Pombo
A través de la narración de una historia familiar, el poema logra poner en marcha el ejercicio de la memoria pivoteando sobre una bicicleta. Que no es cualquier bicicleta, claro está, porque se trata de una bicicleta mágica como un imán para atraer recuerdos. Gracias Gustavo!
Raquel Jaduszliwer
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