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26/9/17

Poema de Darío Oliva


Escritor Fantasma

       Deja la ira en la ceniza muerta.
          María Magdalena Álvarez

Nace la sombra del sol en la ventana.
Apenas lo nota el ojo
difícilmente parpadea,
y pesado cae sobre la hoja…

El cuerpo de palabra
desnuda un grito en la boca,
inicia el encabalgamiento de voces
entre la soledad y el goce inmaterial de tinta.

Escribe y fuma. Duelen sus manos.
Ha dejado agonizar el canto de las cerraduras
en el gris de lluvia de la página.

Sepultada su ira en ceniceros
habla consigo mismo… Es un fantasma,
                                       nadie lo reconoce.

En su boca la alegría es irreal como su vida
                                             como su muerte.-


© Darío Oliva

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