Los que otearán el siglo veintidós emergen de las escuelas y
las guarderías
invaden las veredas y los senderos de la plaza
deslizan la alegría sobre sus rollers
ríen se toman de las manos
desafían las leyes del equilibrio con una fresca vocación
circense
en las ramas las hojas cobran forma
y lo que fue incipiente
irrumpe una vez más porque la vida no sabe de postergaciones
© Claudio Portiglia
adhiero a las certezas. así es: la vida no sabe de postergaciones. lección para aprender. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuy interesante mirada, y bellamente dicha...
ResponderEliminarExcelente, Claudio! Me encantó! Fresco como los que otearán el siglo veintidós
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