A Nora
querida
amiga cuántos años
de
andar rodando
de
girar como trompos
y volar
con el viento más gris
el más
amarronado y oscuro
de los
vientos
entre
las luces que aún así
brillaban
como
señales como miguitas
marcando
el camino
ay
amiga cuántos cielos
cuántas
ganas de limpiar la luna
de
verla blanca inmaculada
como
una niñita
y acá
estamos y los años
nos
descansan ahora
ellos
sonríen como si supieran
de
nuestra risa
de las
palabras que resuenan ciertas
como
hojitas que caen
ellos
sonríen como si supieran
de la
tibieza por fin encontrada
de los
poemas que cantan
y
cantan
© Celina
Feuerstein
Es la vida cuando se la vivió en plenitud.
ResponderEliminarMichou Pourtalé
Gracias Gus siempre!
ResponderEliminar¡Qué buen ritmo!! Abrazo, Celina!
ResponderEliminarLa vitalidad de la reminiscencia puede más que la nostalgia, de todas formas, ambas están presentes, dialogan entre sí, y dan sustento al poema. Gracias Celina!!!!!!!
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
Cmo si supieran del abrazo... Muy hermoso.
ResponderEliminarVital y tierno.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
HERMOSO EL TONO CONSEGUIDO PARA EVOCAR ESTA ALEGRE ELEGÍA DE LA FIDELIDAD. UN ABRAZO
ResponderEliminarIsabel llorca bosco
muy bueno Celina!!!!
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