QUEMANDO PASTO
Todas las tardes de verano
en el barrio a la caída del sol
se quemaba pasto
ese olor invadía todo
ahuyentaba mosquitos
y las vecinas raudas descolgaban la ropa
para que no se contaminen con el humo.
Ahora
cuando ando por esas calles
y veo la niebla del precoz incendio avanzar
recuerdo a mi madre corriendo a destender.
Yo también corro, pero no.
© Carlos Carbone
Carlos, cuánta remembranza trae tu poema. Ese final se siente en "quien daría por volver a ese olor" si se pudiese ya no correríamos.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
"pero no."... es otro incendio.
ResponderEliminarNostalgia.
Sonia
Bueno!poeta,imágenes transitada y queridas. Gracias ❤.
ResponderEliminaruna postal de la ternura
ResponderEliminary en el final, un niño corre detrás del humo.
Gracias
claudia
Hermosa imagen que nos regalas. Melancolía.
ResponderEliminarHanna.