EROS
En las
orillas de tu
cuerpo me reconozco…
río adentro
contemplamos
escenas primitivas.
Temblamos y
caemos con la
lluvia.
Nada saben
de
nosotros todos los que
fueron antes.
Nada se de
mi
más que este
grito lejano y
bestial.
Dejo las
muecas
del cansancio
atrás dejo este
cuerpo,
me yergo y
me
despido como el
viajero
que en la
noche parte.
© Andrés
Utello
Hola Andrés:
ResponderEliminarEl viaje a través del otro, lo que se percibe en la unión de los cuerpos, la energía que intercambian y las visiones que se suscitan: todo esto está admirablemente expresado en tu poema, donde la sensibilidad da forma a las logradísimas imágenes. ¡Excelente!
Irene Marks
Grandes preguntas sin respuesta. No hay mayor incógnita que el viaje.
ResponderEliminar...nada sé de mi/ más que este /grito lejano y/ bestial....un poema profundo y existencial con una voz propia que te identifica ..Muy bello Gracias Abrazos
ResponderEliminarBello y profundo poema, Andrés lleno de sensualidad y a la vez espiritualidad
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