Intervalo
escuché los pasos de mi madre marchar solos. La escuché
abrir grifos y alisar el ruedo de la falda. Vi sus manos levantar la flor que
rodó por la tumba, y colocarla en el lugar exacto. Como si la cuerda floja
fuese jurisdicción ajena a partir de ese momento.
© Mónica Cazón
Groso,y escalofriante.
ResponderEliminarSaludos.
Anahí Duzevich Bezoz
ResponderEliminarAh Mónica, me encantó. Hay una serie de textos al estilo? Muy bueno!
Lily Chavez
ojos colgados de la pantalla. durísimo el tema, pero bellamente expresado. susana zazzetti.
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ResponderEliminarSí, así es. La escuchamos. Y vos lo expresaste maravillosamente.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Un poema muy fuerte pero logrado.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano.