Me hablás por la mañana
me decís que estás con fuerza
que te cuente cosas
y mi boca se mueve diciendo del hacer
mientras el ser busca
sus fragmentos y calla.
Contame vos,
contame que dolor, que desvivida
que mordaza
que agujero negro
hacía que enturbiaras tu aire,
que te envolvieras en el humo para no mirar.
Contame por qué te fueron pocas
las lloviznas contra la ventana
las luces del amanecer
las luces del hijo
las encendidas maravillas de su espíritu
los soles que te doraban la piel
de verano
los seres que pudiste amar.
Por qué todo se envolvió en el humo.
Contame vos.
© Sonia Rabinovich
HERMOSO, POETA
ResponderEliminarSonia, interesante esta exporación del espíritu del diálogo. marca el pudor por admitir que la fuerza para comenzar el día es compatible con los fragmentos.El yo poético cuenta los suos nuebtras ek itri oarece ebteri, Gran beso Isabel Llorca Bosco
ResponderEliminarUn texto con mucha fuerza entre ese diálogo interno que se hace verbo.
ResponderEliminarAbrazote
Cynthia Rascovsky
Este hablarse, verse en un poema hermoso.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Me gusta esa proximidad,los tonos,¨contame por qué te fueron pocas las lloviznas contra la ventana, un gusto leerte Sonia.
ResponderEliminarhay una música especial en este poema, me gusto descubrirte
ResponderEliminarSilvia Loustai
Muy bello, Sonia! Es segunda persona...
ResponderEliminarCuanto dolor en este poema Sonia y aún así la belleza
ResponderEliminarHermosa cadencia. Gracias Gustavo por compartir estos bellos poemas de Sonia.
ResponderEliminar