En el amor como en las matemáticas
existen los puntos prisioneros que convergen hacia el origen
y los puntos escapistas que tienden hacia el infinito
pero son los guardianes los que circunvalan los que orbitan
los que trazan la frontera de la cuenca de atracción
sin entrar
sin salirse
preservando la unidad o anticipando el caos
según ese cosmos a descifrar que tanto inquieta o que tanto
excita
© Claudio Portiglia
Me gusta esta poética teoría. Saludos!
ResponderEliminarRomina
Me encantó. Abrazo. Ana Guillot
ResponderEliminarme gustó la revelación de esa complejidad en el amor
ResponderEliminarMuy bueno. Preservando la unidad o anticipando el caos...
ResponderEliminar