SORDA, CIEGA Y MUDA
Hoy decido abolir todos los anocheceres para que mis días se
multipliquen.
Estoy quemándome en tus mentiras, tu pasión y tus fuegos.
Siento en el cuerpo y bajo estos pies todas las angustias y
todas las alegrías.
Hago de tus mentiras mi verdad y absurdamente le confieso mi
amor a una estatua.
Ya es tarea imposible no caer en el ridículo y en la red que
vas arrojando sobre mí.
Alborozo de alondras con gargantas de campana cantando en
arrebato.
Sus alas destrozan cristales golpeando las ventanas al intentar
salvarme.
Embozo a mi sombra que me espía de a ratos y le impongo un
toque de queda.
Victorioso mi amor, sigue tu ruta esquiva.
El sendero con vos es una gran autopista graffitada en
trazos en futuro.
© ALICIA CORA FERNÁNDEZ
Imagen enviada por la autora del poema
Amiga mía, qué hermosura de poema. Lo leí varias veces y me pareció genial, las imágenes y esa irrefrenable ambición de superar todo me emocionó. Te mando un abrazote grande y será hasta la próxima lectura de uno de tus poemas. Tu amigo de siempre Eduardo Calabrese.
ResponderEliminarExcelente poema Ali, me encantó. Un placer leerte. Beso de Haydeé M. Catalani.
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ResponderEliminarUna y otra y otra imagen nos va llevando de la mano a veces desesperadamente, otras veces calma, pero siempre certera.
Un abrazo,
Alicia Márquez