Giraban en el living de tu casa
las hojas de los fresnos,
el aire olía a morfina,
era otoño, recuerdo,
y el viento enloquecía al ras el piso.
Qué cosa rara esa tarde,
nuestra quietud callada en los sillones,
el polvo anticipado,
y vos, hermana, muriéndote
con las ventanas abiertas.
© Valeria Pariso
SEGURAMENTE, ERA EL DOLOR QUIEN ENLOQUECÍA AL RAS DEL PISO. CONMOVEDOR. susana zazzetti
ResponderEliminarme gusta terrible la metáfora para expresar el dolor
ResponderEliminarMuy buen poema, Valeria.
ResponderEliminarRolando
www.revagliatti.com
GUAUUU QUE BELLO Y DOLOROSO DECIR!
ResponderEliminar¡¡¡Bellísima y conmovedora evocación!!!
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
UN DOLOR QUE APRIETA EL CORAZÓN, UN ABRAZO MARIA LUISA MARQUEZ
ResponderEliminarLa evocación doliendo en el detalle; de ahí surge el poema. Gracias!!!
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
Muchas gracias, Gus, por la publicación. Muchas gracias, Susana, Laura, Rolando (paso seguido por su página), Mónica, María Rosa, María Luisa y Raquel.
ResponderEliminarTremendo poema. Golpea con la simplicidad de sus palabras, que dicen lo profundo sin grandilocuencia. Gracias. Un beso grande. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarGrandioso, contundente, los versos llegan con metáforas tristes pero precisas.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty