Las arañas de espuma vienen hacia mis pies.
Retrocedo, nos las dejo treparme,
envolverme en sus trampas deliciosas.
La tentación es grande.
Pero siempre hay un pero
en la ciudad del arrepentimiento.
Hubiera preferido no aprender
eso de preservarme
para qué
si mañana no existe todavía
ni nunca.
© Bibi Albert
Muy bueno. Profundo, con la marca de Bibi
ResponderEliminarExcelente, Bibi. Un beso Isabel llorca Bosco
ResponderEliminarBello poema, en tu estilo.
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