Poema de Leonor Mauvecin
EL HILO DE LA MUERTE
¿Una sola muerte?
- Me pregunto-
En el amplio espacio de la casa
hay lugar para todo:
para las pequeñas muertes
y para el olvido.
Para el amor
que ovilla la hebra de la vida.
Para el desamor
que
desata el hilo de la muerte.
Desata el hilo de la muerte.
La vida, lo desata.
Y es tan sólo movimiento.
Movimiento del péndulo que péndula encriptado.
Del péndulo
que une los extremos
en la casa.
Duerme en la casa
la muerte.
En el altillo
En el lugar de la sombra
oculta. Es la loca
La que grita en la noche.
De eso no se habla -me dijiste.
Y la loca nos mira
por todas las ventanas.
Por todas las ventanas
hay una escritura que se lee
desde el otro lado de la noche.
Donde nuestro propio mundo centra el universo
y las cosas pesan por su nombre.
Es el amor -dijo.
el amor, con sus altas paredes silenciosas
y jazmines y la mesa tendida y aquellas sábanas blancas
tan
blancas como páginas.
© Leonor Mauvecin
2 comentarios:
QUE BUEN POEMA! QUE BELLA ESCRITURA!
Bello, bella y profunda tu voz que hila y seduce, tanto en el amor como en la muerte.
Un gran abrazo. Juany Rojas
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