“What if
God was one of us…”
Joan OSBORNE
Una tarde con Dios en La Posta de Pozo Del Tigre
De profesión cuidabas un algarrobo de cuatrocientos años.
Hospedado de un mundo muy exterior apareciste
con dos perros desde una casa tímida
y ahí nomás hiciste llorar de epifanías, por abundar lo
sencillo.
Nos revelabas cómo amar la contundencia de un pomelo
imperando en el misterio de los galponcitos
no en la dualidad de los ecos
ni en lo turbio ni vaivenes. No confundiste ni juzgaste.
Dios: arena entre vos y yo.
Si existiera aparecido espeso: eras vos.
Discreto como clavo de ataúd.
Vos con cariño anunciando a tu amigo:
un mandarino torvo, este tiene cien años.
Certera charla de verte, de dejar de arder en preguntas.
¿Demostrabas indiferente que nos querías?
Si pudiera secar la levedad
y con un sorbo guarecer
la confidencia de ese cielo con Él, con Raúl y con Dante
cuando el yaguareté nos miró verdaderamente fijo,
sostenerme en ese frenesí suave
ante cada vacío insembrado que
siento tener.
© María Paula Alzugaray
ResponderEliminarHermoso, María Paula!!!
epifanía a escala humana, próxima, tangible y bella. Un abrazo María Paula!!!
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer