Es maravilloso haber llegado al punto
en que ya no es preciso buscar la razón de tu vida
el amor de tu vida
el norte (y sur) de tu vida
porque ya has encontrado todas esas cosas
o ellas te han encontrado
y ahora puedes llamarlas, casi familiarmente,
con un sustantivo,
sea éste el nombre de alguien
-aquí puedes poner el que desees-
o de algo misterioso, como la poesía.
Y sin embargo, lo más maravilloso de todo esto
es que debes seguir buscando,
buscando
porque todas las cosas y los seres
que se encuentran
así como llegan se alejan.
Incluso la poesía, a momentos.
Esa desconocida.
© Gabriel Chávez Casazola
Tenés razón, Gabriel "...a momentos, esa desconocida"
ResponderEliminarSaludosss
así es, excelente tratamiento del tema. susana zazzetti
ResponderEliminarMuy bueno, tan cierto.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet