SONAJEROS DE SELVA
Traes un sonajero de semillas de la selva afinado con el
canto de las ranas.
Traes un sonajero afinado con el grito de las guacamayas.
Traes de la selva sonajeros con el canto de voces sin
nombre.
El bocado que cortas a las semillas en una de sus puntas
y el largo de los hilos que las atan al hilo madre
y el número de semillas y qué semillas cortas y a él atas,
todo está considerado en tu arte sagrada.
Así concedes al sonajero la semejanza para invocar al animal
que imita:
para danzar con su danza, para volar con su vuelo, para
curar con su canto,
para mover al pensamiento, y abrazados a la gran ceiba en el
sueño del juyungo,
en el viaje del gaxpi, en el vuelo de vixó, se haga fuerte
el pensamiento,
y ya no sea sólo rumor de la luz entre las hojas,
canción de los pájaros, baile de las ranas, melodía del
agua,
serenidad del cielo nocturno, vuelo del jaguar.
Y ya sea de nuevo memoria común, alegría compartida,
conjugada en la fiesta, en las danzas y los cantos
gozados al son de la sagrada agitación
que concitan con su voz tus sonajeros de selva,
abuelo bailarín, abuelo cantador.
© Carlos Satizábal
¡Es hermsoso! y suena...
ResponderEliminarBellísimo poema.
- gozados al son de la sagrada agitación!! -
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