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21/4/17

Poema de Alicia Márquez


Dicen que mi abuela Carmen cortaba en cuatro una papa brotada 
la plantaba y cosechaba como cinco bolsas de papas. 
Los vecinos le agradecían, porque además, 
mi abuela Carmen era generosa. 
Me la imagino, con su rodete y su vestido 
blanco y negro, en el medio de la huerta 
haciendo magia mientras recordaba su país lejano 
y pronunciaba seguramente algún rezo, algún conjuro 
mirando más allá, 
los pies en la tierra, las manos tenaces, 
la sonrisa escasa. 
Cortaba una papa brotada y cosechaba cinco bolsas. 
No heredé sus habilidades. 
Aunque me esfuerce, 
planto esperanzas y no cosecho certezas. 
No tengo dedos verdes. 
Hay que insistir, me dice 
la sombra de mi abuela Carmen. 
Hay que insistir.



© Alicia Márquez

8 comentarios:

  1. ALICIA, BELLÍSIMO RECUERDO, LLEGA AL ALMA. SUSANA ZAZZETTI.

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  2. ¿Qué decir de nuestro ras1 al elas? Ellas con sus manos eran la hacedoras de nuestros milagros cotidianos. Que Dios las bendiga por eso y por todo su maraviloso ejemplo de vida. Muy bello poema, besos Alicora.

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  3. Nos queda la hermosa papa brotada en la memoria y la abuela Carmen. Abrazo

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  4. Milagros Rodríguez23 de abril de 2017, 18:58

    PERO TE QUEDA ESE ORGULLO SANO EN EL CORAZÓN Y LA ADMIRACIÓN POR LA ABUELA ELLOS CONOCÍAN Y RESPETABAN LA TIERRA NOSOTROS LA DESTRUIMOS HERMOSO ALI UN ABRAZO

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  5. Hermoso poema. Me permito disentir en eso de tus habilidades: no sembrarás papas pero sembrás y cosechás poesía por todos lados! Abrazote.

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  6. Aly, q hermosa manera de de evocar a una abuela con sus enseñanzas, tan poética, tan sentida.
    Abrazo.
    Aly Corrado Mélin

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  7. ¡Hermoso! planto rsperanzas. Abrazo, Carlos

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