CIMA Y SIMA
“En mis manos estuvo el amor todo”
José García Nieto
Éramos la burbuja que habitamos
La mañana en que ungidos ascendimos
A la región más alta de las alas
Al soplo de los dioses o las driadas.
Iguales y distintos, uno en dos
Dos en uno, puros, amalgamados;
Una alianza mayor a la perdida
No habrá par que la iguale en esta vida.
Éramos aire y agua y luz y sombra
Contra las soledades y los miedos
El culmen de los sueños, la memoria.
Al pozo me asomé, de los engaños:
La pompa en que soñamos era el mundo
Y el mundo se ha quebrado en nuestro daño.
©
Walter Mondragón
¡ qué epígrafe, qué imagen, qué poema!!un final que me estremece. susana zazzetti.
ResponderEliminarUna alianza tan bella no podía ser eterna , a cambio dio un bello poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
entre la cima y la sima hay sólo un paso de distancia. Lo efímero es parte de la naturaleza humana pero el poema no se resigna, recicla, reincide en la belleza del recuerdo. Saludos, Marta Ortiz
ResponderEliminarIMPOSIBLE QUE NO ME CONMUEVA CON ESTE FINAL QUE SUENA TAN SEMEJANTE A LOS POETAS QUE TRABAJO. Esta visión doble del ser humano que ha encontrado el amor me lleva a Aristófanes y a su discurso de El Banquete de Platón. Dichoso el yo poético que ha podido conocer esa cima. Pero sabemos que hemos quedado del lado opuesto, y la libertad del origen, como la quiere el Génesis. El poema es eufóricamente libre y bello. Un gran abrazo Isabel Llorca Bosco.
ResponderEliminarPoeta, Filósofo.
ResponderEliminarUna dualidad maravillosa
de esa brillante amalgama nace
este precioso Poema. Vic