Recuerdo la lluvia…
Cuando era niña y llovía
salíamos los dos
a colocar barquitos
de papel
en el agua que corría silenciosa
y ondulante bajo la vereda.
Mi madre leía
y la tuya nunca supiste
dónde se había ido.
Felices y cómplices
volvíamos a mi casa
donde el aroma a torta frita
era el leit motiv de esos día.
Y así crecimos.
Después con el tiempo
y las cosas de la vida
te hiciste escritor.
Ahora los días de lluvia
sin barcos de papel
te busco en los libros.
© Rosa Lía Cuello
ternura, melancolía y un poema que atrae mucho. susana zazzetti
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ResponderEliminarLa infancia nos trae esta cuota bella de ternura. Un abrazo
Lily Chavez
Gracias, Susana !!
ResponderEliminarGracias, Lily !
ResponderEliminarBarquitos de papel y de melancolía...
ResponderEliminarGraciela Licciardi
Me gusta encontrarte, Rosa Lía, sentir esa calidad que siempre le ponés a las cosas, se trate de palabras, pintura, artesanías...
ResponderEliminarUn gran abrazo
Betty
me encantó la bella simpleza de la historia
ResponderEliminarmuy bueno, saludos.
ResponderEliminaranahí