Plaza
Regresé a la plaza
donde jugaba
con la barra
del barrio.
Era, por ese entonces,
como un continente.
Allí , a dos cuadras de casa,
probé la feroz belleza
del mundo.
Ahora parece más pequeña
y cada vez que vuelvo
empequeñece un poco más.
El agua que corrió
bajo el puente
hizo lo suyo.
Tal vez
cuando me aproxime
al último silencio
sea un minúsculo sol
difuso y tibio
navegando sereno
por mi sangre.
© Jorge L. Carranza
gracias por invitarme a tu plaza, Jorge.
ResponderEliminarMe encanta tu poesía. Es aire fresco.
Abrazo
claudia tejeda
Sin duda, la infancia siempre será un sol para sacar desde allí luces claras u oscuras, como este poema que la trae al presenta a pesar del tiempo pasado.
ResponderEliminarUn abrazo
Juany Rojas
Lo que fue, lo que es y lo que será. La plaza como símbolo y la sencillez que engalana al poema.
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
ResponderEliminarClaudia Tejeda doce que tu poesía es aire fresco y no lo dudo por un instante. Beso.
Lily Chavez
Què verdad, sí, se percibe, ese sentimiento de despoj0o, que el tiempo va entregadonos.
ResponderEliminarmuy bien.
W.M.