Páginas

21/3/17

Poema de Anny Guerrini


El mar duerme su destino de sal
en la noche de los silencios.

Mi cuerpo inmóvil
conjuga en el arenal agotado
la presunción de las profecías.

Una música de espumas amordaza
las huecas bestias de la nostalgia.

Mientras los vientos horadan
el follaje gris,
esa errática luna
bosteza bajo las aguas
su penitente blancura.

Y mi cuerpo inmóvil
profana su absurdo signo
en la noche del hastío.


© Anny Guerrini

1 comentario: