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28/3/17

Poema de Alejandro Méndez Casariego



 La caja de cartón

Mi abuela revolvía papeles amarillos
en una caja de cartón.
Cada tanto sacaba un recorte gastado
como si fuera un talismán
Hablaban de alguien que llegaba
de la otra orilla
en el Vapor de la Carrera
con sus hijos
digamos H., digamos A., digamos M.
Otro, de mucho más lejos
traía noticias resonantes sobre premios
distintinciones y reconocimientos
Nublaba la mirada
pero nunca vi que le cayera una lágrima
También había uno, recuerdo
sobre una fiesta en el Hotel del Tigre
con la foto borrosa
de dos enamorados
“esa soy yo” decía, y sonreía apenas
“bailábamos el vals como los dioses
mientras la luz de los faroles titilaba en el río”
“Todo está en esta caja
lo demás no fue más que sufrimiento”
Con extremo cuidado volvía a guardarlo todo
y era como si la vida
volviera a su único territorio posible:
una caja de cartón
forrada con papel de gobelinos.
Luego miraba a su alrededor
intentando reconocer el mundo.
Con su voz suave pero altiva
explicaba con paciencia
para que el chico de diez años comprendiera
“Siempre le dije a tu madre
que no tuviera tantos hijos. Acostate mijito
y rezale a Santa Ana y a la Virgen”


© Alejandro Méndez Casariego

4 comentarios:

  1. Abrazados en los vinculos... el recuerdo juega en el PRESENTE!!

    MIS SALUDOS ..................

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  2. Alejandro, sostener un poema no breve con la calidad expresiva de éste, no es fácil lograrlo, yo lo releí porque me fascinó, a tu abuela se la palpa en tus palabras.
    Grande, muy grande.
    Un abrazo
    Betty

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  3. Cuánta nostalgia en esta historia traída desde un ayer cercano, pero dictado por una voz que vive de la lejanía en una despedida inevitable.Muy bueno!!

    Susana Giraudo

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  4. Coincido con otro comentario, es difícil sostener un poema como el tuyo y éste está bien logrado. Me gustó mucho, es muy sentido.

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