Los Dioses , las huellas
Ser o no Ser
El mundo global
,
desaforado.
Observo mi ciudad
deshollinada de vértigo y silencio,
umbrando hipócritas palabras,
huecas de nieblas ,de
olvidos
un torrente de fragmentos
trozaron fábulas,
historias
desde el atrio
el poder y los escombros.
Somos la jauría
paridos en las madrigueras
donde curvó la sangre de mi gente
sin el amparo de los Dioses
Como si nada ocurriera
Los herejes del sol ,
de las calumnias
ofenden la decencia de los muertos
Así
navega mi ciudad,
sus columnas.
Entre el barro, la crueldad y la mentira.
No habrá cobijo para el niño
a
quien le fugaron su caricia
No habrá luto para el horror a tanta muerte,
No habrá perdón para el traidor
El tiempo arroja las
vendas al olvido
Despeja la ceguera de los hombres .
© Norberto Barleand
bello y doloroso poema !
ResponderEliminarPoema impiadoso, taciturno y soberbio. cada verso es un pulso con el dolor. Enhorabuena.
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ResponderEliminarContundentes imágenes que nos hablan de
la indiferencia, de la soledad, del desamor, me encantó...Gracias
ResponderEliminarUn poema que llora realidades tremendas, y diarias.
Gracias.
Un abrazo,
Alicia Márquez
Norberto, fui leyendo con cuidado y creo que nos solemos sentir así por hechos que sobrepasan los límites de los errores. lo quue me admira es la forma despejada de decirlo, hay altura en tus palabras
ResponderEliminarUn abrazo
Betty
Crudo y real poema, con el dramatismo que ofrece una ciudad inhóspita. Elocuencia y dolor unidos en un poema vital
ResponderEliminarLa realidad se alza, imperiosa, tras la palabra poética de un verdadero hacedor de imágenes.
ResponderEliminarAbrazo
Gra Bucci