“Una quietud oblicua
bien puede ser la hipotenusa de
de todas las nadas”
El apellido de Homero7
(Ad hoc)
Como una lluvia de día anterior
metida mar adentro
alguna felicidad sin fotos:
la última erección del silencio
casi todo casi nada
demasiados siglos
clavados en un solo hombre
sin embargo
un atisbo de habeas corpus
resiste como si nada
como si algún autoatentado de poesías
nos salvase
qué más puede haber
en este Afganistán
de soledades
qué más puede haber
de todas nadas
la muerte dada de alta
como una pregunta
que se cree infinita
nada salvo
este hecho histórico
aplastando a la palabra
o algo de esa nada
que debe haber en Dios
y por eso fanfarronea
con tanto universo solo.
A veces el vacío
es una distancia a vencer
este yo poema
y sus otras nadas
circunstancias
también, nos cobran,
con la muerte, el envase
y con eso
habrá que sobrenadar
o quedarse siempremente
(con no creo
para nada)
anonadado.
© Javier Saleh
muy doloroso y bello, un poema que sabe sostener la pregunta en el vacío y dejarnos ser.
ResponderEliminarFaltan halagos para valorar este poema. Y es un placer releerlo. Feliciddes.
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ResponderEliminarBello poema, Javier, va un abrazo de poesía. Marily