acecha constante
en el rincón el miedo
se agiganta en el deseo
de acotar a la víctima
deshaucia el yacente cuerpo
la presa es suya
espera paciente a su lado
sabe que el momento llegará
indefectible
ineludible
ronda con sus fauces abiertas
el día de temer
hasta que arribe
a eso que llaman destino
© Graciela Licciardi
¡Genial, Graciela! La más perdecta y bella definición del destino.
ResponderEliminarAplausos, bises y besos
María Rosa León
Gracias Marita...
ResponderEliminarGraciela Licciardi
Me gusta la fuerza de cada palabra en este poema! Hermoso!
ResponderEliminarCariños
Aly Corrado Mélin
David Sorbille dijo...
ResponderEliminarMagistral poema, querida Grace! Un abrazo
Impecable definición en versos.
ResponderEliminarGracias , mientras llega leo poesía, buena.
ResponderEliminarSaludos .
La fuerza abraza siempre tu poema mi querida Graciela. Placer puro para mis pupilas y amistad. Mary Acosta.
ResponderEliminarMuy bueno...el día de temer llega irremediablemente..Unos abrazos
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