Ahora que la memoria poco a poco reemplaza a la acción
que el amor que se hace con palabras como se hizo siempre
poco a poco se diferencia del sexo
que las urgencias son menos demandantes pero las exigencias
mayores
y que avistado el umbral del paraíso es muy difícil volver a
convivir con la morosa cotidianidad
uno sabe que alcanza media copa de vino para brindar por
ella con los dioses
y que no es el exceso lo que embriaga
sino la certeza de una finitud merecida
la conciencia de un tránsito que avale soñar otros países
otros tiempos acaso
a Virginia Zusbiela
© Claudio Portiglia
Me encantó. Me gusta mucho eso de "una finitud merecida". Apoya una mirada original sobre la realidad humana. Gracias. Un abrazo. Adriana Maggio (Dirbi)
ResponderEliminarbello tu poema,claudio. un pensamiento que orilla la verdad .la razón que nos abraza en este tránsito a otros países. o como tan bien decís " dolores de poeta. / vendavales del oeste que arrasan", en " la espiga se declara soberana" ¡¡ placer leerte!!. susana zazzetti.
ResponderEliminarme encantó
ResponderEliminarUn poema donde la madurez en la vida se hace presente. Desde el sentir mismo.
ResponderEliminarMe encantó!!
ME ENCANTÓ
ResponderEliminarClaudia tu poema destila remembranza. Hermoso
ResponderEliminarGraciela Licciardi