Azuzar
No me despepitaré
prometió a su psiquiatra
ni me desfogaré
abusó aún más el culto paciente
al despedirse
Fuera ya del consultorio volvió a sucumbir
ante su primigenia fuente de pánico
puerilmente desnuda en su recuerdo
la azuzante Azucena
(su hermanita).
© Rolando Revagliatti
Sutil, ironico
ResponderEliminaralicia pastore
Me sonrío en la trasnoche. Siempre la tragedia dicha con humor. Y disfruto el poema.
ResponderEliminarESte es tu territorio amado, Roland, lo patético con la curva de una sonrisa...
ResponderEliminarClaudio Simiz
Me encanta tu ironía que suele bordear el cinismo y tan lejos de toda mojigatería.
ResponderEliminarTu poesía se amalgama con la ironía, danzando la mejor danza de cualquier drama,
ResponderEliminargracias por tu creatividad Rolando y por compartirla
Abrazo!
Les agradezco por los comentarios, amigos. Y los abrazo.
ResponderEliminarR.
la azuzante Azucena!! Gran ironía, me encantó.
ResponderEliminarSaludos