ANIMALES
¿Han visto
tendido en el jardín a algún animal llorar sus pecados? Veo el inundar de sus
ojos en la gramilla acristalada. Una mujer queriéndolo alimentar con sopa de
verduritas y especias. El pecado no es original, una copia inédita de madera de
cajón de manzana. Durmió entre las paredes y creció hasta hacerse encima del
pis y del olvido de una insistencia que nunca cumple sus promesas. Y ahí está
el pobre. ¿Lo han visto? Cierren los ojos, imaginen un espejo.
© José María Pallaoro
Genial, así somos.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
Lo vi! Gracias muy bueno.
ResponderEliminarGracias Elisabeth.
ResponderEliminarLEERTE, siempre siempre me genera muchas sensaciones, da ganas de caminar por tus palabras, algo se nos pega en la piel después de hacerlo.
ResponderEliminarLily Chavez
Me gusta mucho: surrealista y real como los sueños, como la poesía. Gracias, Inés Legarreta.
ResponderEliminarY ahí estámos en la vorágine de diciembre. Un inmenso poema. Felicitaciones.
ResponderEliminarGracias!
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