Ampolllas en los
oídos
nos impiden escuchar
el aire entre paso y paso
La torpeza de nuestros ojos
no nos deja ver
los huecos concéntricos
del silencio
La rigidez de nuestra mente
no nos permite captar
las vibraciones
que serpentean en el cuerpo
Y nos vamos deshojando
como jardín
abandonado
© teremimigerez
Perfecto e impecable final!!!!
ResponderEliminarHemos perdido en parte la capacidad del replanteo, de la duda, de vernos a nosotros mismos. Muy buen poema, Tere.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
ResponderEliminarAsí vamos. Como vos decís perfectamente: deshojados.
Impecable poema.
Un abrazo grande.
Alicia Márquez
Hermoso y reflexivo. Me gusta mucho el remate. Un beso grande. Adriana Maggio
ResponderEliminarUn poema que invita a la reflexión y a la vez nos dice que no somos más que unos libros deshojados. Beso
ResponderEliminarLujo tu descripción de como vivimos.Lo pude percibir cuando inicié yoga.
ResponderEliminarUN cariño
excelente Tere. la rigidez de nuestra mente no nos permite captar las vibraciones que serpentean en el cuerpo.
ResponderEliminarDiego Bennett
Y nos vamos deshojando Tere. Triste realidad.
ResponderEliminarNos deshumanizamos.
Gracias, este poema es un espejo necesario.
Abrazo
claudia tejeda
no hay jardin que se despueble, es madurez.
ResponderEliminarun cariño de Maria Luisa Márquez