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16/11/16

Poema de Gabriel Chávez Casazola

  

Donde el poeta, investido como un personaje de Kozinski, conversa con su hija 

                                                 Para Clara

Y si de pronto un rayo o un camión se abaten
sobre la palma erguida,
sobre su razón llena de pájaros
y mediodías

si la malaventura hiere su frente de luz
y la desguaza
y convierte en escombros su razón
y su alegría
que era también la nuestra

no te dejes llevar por la tristeza,
hija,
recuerda que detrás de los escombros
siempre quedan semillas

y que algún día,
pronto,
después del rayo y la malaventura

se abrirá la luz
cantarán los pájaros
y nuestra calle y todas las calles del mundo
donde alguna vez hubo palmeras abatidas
se llenarán de felices jardineros
que peinarán
los nuevos brotes
y regarán los mediodías.

Te lo prometo, hija:
la mañana se llenará de jardineros.


© Gabriel Chávez Casazola

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