EL EXTENSO PAÍS DE LA INFANCIA
( a Eduardo Bercovich , mi primo)
Tu casa era una higuera. La parra.
El árbol de granadas.
Las rotativas de la imprenta.
Mi casa eran los patios en lo que habíamos cocinado con
barro
y ceniza volcánica.
Había un aire de go home.
De ‘ Yo acuso’ y los Rosemberg.
Y de Xavier Cugat con Abe Lane.
Mi hermana discutía con los que distribuían la biblia
se quedaba en las reuniones del PC
y mi padre tronaba.
Yo andaba con Kafka bajo el brazo
y vos te preguntabas sobre el infinito
o sobre la
Selecciones del Reader’s Digest.
Los gatos nos miraban estratégicos y huraños
Desde un tapial con musgo
escribía el tiempo
Que sí pasa.
© Clelia Bercovich
Belleza total, final muy bueno.
ResponderEliminarAbrazo
Elisabet
¡ todo un cuadro familiar bello, con la nube de la añoranza.susana zazzetti.
ResponderEliminarClelia, el raro poder de síntesis, la diseminación de nombres como diseminados por la memoria /algunos no los conozco) Espléndido final. Borges dice que el tema de Kafla es el infinito. Original y tuyo. Beso Isabel Llorca Bosco
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ResponderEliminar¡Ay Clelia! Qué maravilla de poema. Todo, todo me llevó de la mano hacia mi propia infancia. Bello. Gracias.
Alicia Márquez
Muy bueno. Resume la historia en cuatro trazos y despliega una melancolía dulce. Un abrazo. Adriana Maggio
ResponderEliminarQué lindo, Cle!!!! Comparto con vos ese imaginario de cine de pueblo y la naturaleza a toda marcha y la sensación de estar del otro lado!!!!
ResponderEliminarPartes y secuencias de la vida, en esos años que construyeron la memoria, me encantó.
ResponderEliminarFuerte abrazo
Tan hermoso poema, con su melancolía y añoranza, pero por sobre todo, con la lúcida selección de la memoria que se detiene en los puntos exactos en que una vida se apuntala para su construcción. Gracias Cle!!!!
ResponderEliminarRaquel Jaduszliwer
Muy hermoso Clelia!
ResponderEliminarMe fui por este paisaje conmovedor, lleno de imágenes, sensaciones , de poesía en el corazón del tiempo...
Gracias por compartirlo,
Abrazo!
Montse Bertrán