VEN Y HÁBLAME AL OÍDO DEL ALMA
Ven y háblame al oído del alma.
¿ En qué estrella remontaron tus versos?
¿ En qué río se esfumó tu canto?
¿ Qué pájaro despojó tus alas?.
Ven y háblame al oído del alma.
Se inunda de bruma la tarde.
Lozanos campos,
son grises sombras.
No encuentro manantial en tu mirada.
Ven y háblame al oído del alma,
pero hazlo muy quedo, en susurro,
así no dolerá tanto,
es mejor así...
Como tenue luz,
se apagarán mis versos:
Mengua el latido.
Partiré en viaje
al infinito.
© Xenia Mora Rucabado
Bello, bello, muy bello Xenia, gracias por este poema.
ResponderEliminarBella despedida!! de lo terrenal.
ResponderEliminarPartida de un grande.
Solo quien ha entendido la vida puede escribir estos versos!!
Mi admiración Xenia!!
Abrazo
Muchas gracias querida Nerina por esa gra sensibilidad tuya. Abrazos grandes.
EliminarXenia
Muchas gracias muchas gracias Jorge. Tus palabras son gratas. Un �� abrazo.
ResponderEliminarXenia