ELLA Y YO
No nos conocíamos
Yo escribía al sol
una carta de amor a su nombre
Del otro lado
ella cabalgaba desnuda
buscándome
Yo miraba al sudeste
y la esperaba
Ella vino desde allí
Traía en el pelo una tristeza idéntica
Bajó del caballo y preguntó por mí
Alguien le dijo que debía cruzar
Yo me distraje tanto en sus ojos
que al principio no la reconocí
Ella esperó de pie
pacientemente
Cuando terminé mi carta
la dejé en sus manos
Ella leyó en voz baja
Yo bajé la mirada al notar que lloraba
Entonces recordé los clavos
sembrados en la calle.
© Pablo Del Corro
qué hermoso el tema de la carta, ojalá volvieran como antes, de la mano de un cartero, para sentir esta emoción que me hace tu poema, aún con los clavos. fantástico. susana zazzetti.
ResponderEliminarvuelvo. leo otra vez. además, bellísima la imagen. susana zazzetti.
ResponderEliminarusted emociona
ResponderEliminaragradecida, muy atentamente
claudia tejeda
De excelencia su poesía.
ResponderEliminarUn abrazo