Eso de tanto extrañarte cuando escucho tu cd de jazz
después de la súbita petit morte camino
esa luz intermitente
donde me hundes te acoplas
en el devenir, love
llanura di te que anidaré
donde ríes me derrotas sombras
después hay los resabios negros
una puerta
discos pasillos amurallados
el reloj retumba en casa a ingrávida fuerza de memoria
los añicos arden en las pistas di te
¡canta love!
aún siento afonía en los acordes
todo suena a herrumbre de soslayo
aún es ese viento roto en la burbuja
love, sin después
© Cecilia Moncalvo
Uf!! Duele.
ResponderEliminarLa fuerza evocativa de tu voz poética en este bello canto de amor y dolor...
ResponderEliminar¡Me encantó tu poema, Cecilia!
Felicitaciones y un beso grande
María Rosa León
Muchas gracias por los comentarios. Muchas gracias María Rosa! Un beso grande
ResponderEliminarEl poema está dedicado a mi amigo y gran poeta Hugo Princ, quien desgraciadamente falleció y muy joven y muy repentinamente. Su amor es luz que duele.
Gracias Gustavo por el espacio y el tiempo en componer un clima al texto. Gracias por los comentarios y a María Rosa. Un beso
ResponderEliminarHermoso poema Ceci!
ResponderEliminarMe encantó!
ResponderEliminarHermoso en cada línea, cada miga de nostalgia duele al masticarla, se digiere y explota. Impecable, como se toca la imposibilidad de la carne, y es más que el cuerpo faltante, se siente.
UFff
Abrazo!