Aquí estoy
exiliada de mi río y de mis sierras.
Médula verde fugitiva
destrenzando el último recuerdo
de cantos y primicias aurorales.
El viento del sur
abofetea los tamariscos
que hienden el horizonte a dentelladas.
Una luna ocre bordea el creciente azul
y el mar mutila
los postreros dedos de la tierra.
Desde las piedras
un silencio angular
habla con latido de estrellas.
Estoy aquí
Solitaria como esa lágrima
en mis pupilas.
Sola
como la pluma que cae
de algún impróvido pájaro
horadado... (como yo)
por los vientos del sur.
Yerma... penitente...
muerdo mis propios alaridos.
© Anny Guerrini
Aislamiento.
ResponderEliminarBuena descripción del sentir en ese tiempo.
un abrazo
Buen poema que refleja ese momento de soledad-
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano,
Muy buen poema, en que el dolor adquiere categoría estética, en manos de imágenes excelentes. Un abrazo. Adriana Maggio
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