ese vendaval secó el río
como si quisiera,
con sus manos de operaria,
estrangular la última gota de planicie.
retorció su lecho
con justeza lavandera,
imperioso escurrir mamelucos de meandros,
ahínco de brazos
roja la conciencia
ese vendaval puso el cauce en la cima de las piedras
boca abajo el río, arena de lágrimas,
perdió lo más hondo de su agua
tendido al sol como un lagarto desparejo
optó por secarse el llanto
para que no le sufrieran:
su lejía arremangada
su jabón gerente
el enjuague de su mueca
para suavizar la esperanza.
© Alfredo Morelli
Woooww!! Excelente Alfredo, siempre sorprendiendo...
ResponderEliminarEl poema se escurre por su propio cauce !
Abrazoo gigante
lejía, mameluco, agua. hay que tener talento para hilvanar estas palabras. para así, aplaudiendo. susana zazzetti.
ResponderEliminarMuchas gracias por la lectura y los comentarios!!!! Abrazo!!!!
ResponderEliminarAlfredo.
El poema conmueve y las imágenes son tan originales como expresivas, un verdadero gusto leerte
ResponderEliminarBetty
MUY BUEN POEMA, ALFREDO. ES UN TODO COMPLEJOY VALIOSO. "PARA SUAVIZAR LA ESPERANZA"
ResponderEliminarES UN VERSO QUE ME IMPRESIONÓ.Merece un análisis profundo, pero esta es mi primera impresión. Un abrazo
Isabel llorca Bosco
El vendaval de las imágenes atraviesa todas las etapas en su invasión imperiosa. Es enérgico, impiadoso, a pesar de que el enjuague de su mueca suavice la esperanza. Excelente cierre del poema. Me encantó Alfredo!!
ResponderEliminarVilma Sastre
Excelente poema bro, una conmovedora iluminación.
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