EN EL FONDO
El punto de verdad se descose
en la repetición del sufrimiento,
dijo una de nosotras mientras mirábamos el balde
(¿de qué color era?)
juntar el agua
escasísima
del fondo del aljibe (por la sequía hicimos
un pozo
en el lugar de la huerta. Yo amaba las ortigas,
lugares de aventura: ¡madre! ¡madre! mirá
me picaron las ortigas, está roja
como un balde mi mano.
Y en la Reservación, ella,
curandera, me peinaría).
Allá, en el fondo del aljibe
el movimiento era un paraíso y la boca
se nos llenaba
de frases que cumplíamos. Por ej: "quien se aleja
de su casa ya ha vuelto".
De sólo decirla hicimos los bolsos. Nos fuimos
a la ciudad. (Una costumbre
de mujeres, hacer acto la palabra).
Olvidadas al volver
gritamos: ñde añamembyre, ¿mba'ére
pikó oré reyá?
Podría enojarse, trancar
la puerta.
"Lublú" le insistía durante la noche
por el sufrimiento del verano y él
-la puerta abierta-
ofrecía su torso desnudo.
© Susana Szwarc
(una costumbre de mujeres, hacer acto la palabra) puertas cerradas, puertas abiertas y en el fondo del aljibe de agua escasa: el movimiento es un paraíso.
ResponderEliminarQue el punto de verdad no se descosa para que el sufrimiento
nunca jamás repita.
Graciela, un abrazo grande!!
ResponderEliminarHermoso lo que decís del poema. Gracias!
Original tu poesía, pasan muchas cosas en el fondo/ de nuestros vínculos..
ResponderEliminarmuy interesante poema!!
ResponderEliminarabrazo!!