POR CULPA DE SU SOMBRERO MALVA
El hombre que le vende flores
a Claudine
se parece a los ogros de los cuentos.
Redondo y atroz.
Al llegar María Luz con un sombrero malva,
nos reímos todos. Luchi también.
Parece que el mediodía
se hubiera derramado de nosotros,
al bies,
como un palacio solar, como un designio.
Adheridos a esa alegría inútil
nos reímos:
temblamos en el cuerpo,
humedecemos,
(es como si lloráramos)
La risa se debe al sombrero de Luchi,
a la cara del ogro de las flores.
¿O tal vez a otra cosa?
© Silvia Arazi
precioso poema, lleno de magia y color!Abrazo
ResponderEliminarSimple y mágico.
ResponderEliminarSimple y Profunda.
ResponderEliminarSimple y Profundo.
ResponderEliminarMágico, de todo percibe algo más el poeta. Abrazo!
ResponderEliminarGracias, Gus.
ResponderEliminarEscribí este poema hace mucho tiempo, cuando vivía en una casa y casi todo ocurrió así...fue mágico
Hermosa la foto y tu generosidad.
Besos
Silvia Arazi
Es danza y hechizo al tiempo, hermoso poema.
ResponderEliminarBello poema!!
ResponderEliminarEl sombrero esconde a un duende. es eso!!
Besos