Una vez con mi madre
en la feria...
una vez con mi madre,
en el último foco de una ruta,
frente a la casa de un tío....
una vez con mi madre...
¿qué sabía yo entonces de la muerte?
¿qué sabía,
madrecita mía?
© María Teresa Andruetto
los recuerdos de la infancia tan bellos y después la realidad. Muy bello. Un abrazo
ResponderEliminarGraciela Barbero
Ah, que fantástico y profundo en su aparente sencillez. Griselda Rulfo
ResponderEliminarEsa infancia que siempre está presente. Siempre viva.
ResponderEliminarAbrazo
Hermoso Tere, besos!
ResponderEliminarPor ese vacio que anuncia, te ammdo un abrazo muy fuerte, querida poeta.Marta
ResponderEliminarExcelente poema donde la infancia surge con una fuerza inusitada y el vació pesa.
ResponderEliminarUn abrazo grande Ana Rpmanp.
ResponderEliminares un poema sugerente y transmite melancolía.
bien
W.M.
hermoso!!! me dejó con un salto al vacío!!! gracias por compartirlo, francisco
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