La realidad
es esta memoria
que ya no clama
que respira sus silencios
como si entrara en la noche
por el camino de la niebla
el mar de las penas
recibe una
flota
de soldados muertos
la nieve tiembla aprendizaje sobre el calor
de la piel
cómo sanar el canal contaminado
cómo sacar el tutor del árbol de la
confusión
no puedo no sé
necesito un
intento de aire fresco
que coagule el instante.
© Liliana Chavez
Profundo, como un viento helado en el pensamiento.
ResponderEliminarTransitar la desolación, fue el camino que tome en este logrado poema. Gracias
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ResponderEliminarHermoso poema, como dice Pato se siente la desolación en el camino o como el viento helado en el pensamiento que dice Jorge. Bravo amiga
Horacio Aguirre
Ese instante que el corazón se ahoga entre el dolor y la memoria...
ResponderEliminarAplausos Lily.
Desolada hermosura de poema!
ResponderEliminarBesossss
Cómo andar sin la realidad de la desesperanza, cómo respirar otro aire...Abrazo, Inés
ResponderEliminarLo que yo no suelo poder es ponerle palabras a tus palabras, Lily. Y sólo me queda conectarme con mi sentimiento interior y agradecerte en silencio.
ResponderEliminarprecioso el comentario de Silvia Paschetta. Es difícil decir algo más, explicar la resonancia, eso que se queda en la sangre después de leerte.
ResponderEliminarTe admiro, te quiero
Un poema bellamente triste y tristemente bello, Liliana, con imágenes conmovedoras, como la del mar de las penas y el final, tan original. Un poeta escrito desde el corazón.
ResponderEliminarMariano Shifman
Profundo y fuerte, hermoso poema.
ResponderEliminarbueno, sin palabras! como silvia, silencio y agradecimiento. un beso enorme y gracias por tanto, francisco
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