Como letargo
como quien deja ir
quien se despide
apenas sonriéndole
a un transparente pasado que se marcha,
se deslíe, borronea.
Suelta el nombre y la forma.
Quien los dedos abre permite que la sangre fluya.
Quien permite gana todo lo hasta ayer perdido:
la sangre, los amores, los acordes finales
y el silencio.
© Graciela Perosio
varias lecturas, graciela, a veces me pasa con ciertos poemas, ésto de volver y volver. ¿ por qué será? susana zazzetti.
ResponderEliminarQuien permite, gana. muy bueno!
ResponderEliminarBesoss
Bellísimo!!
ResponderEliminarLily Chavez
Hermoso poema , bello como verdadero Graciela!
ResponderEliminarUn abrazo grande
Melancolía entre lo que hay que dejar ir y lo nos queda después. Abrazo, Inés.
ResponderEliminarCuanta certeza en sus palabras, hermoso poema.
ResponderEliminarEl silencio sigue siendo la voz de lo infeble... bello texto.
ResponderEliminarClaudio Simiz