Algo de furia
sonó la palabra defensa
jurado justicia
desde la piedra
ojos de tigre haciendo frente al miedo
un brazo de cartón sobre la Biblia
cada tanto el zarpazo
cada tanto un recuerdo de fuego en el estrado
sonó también otra palabra
culpa
y la palabra ley en boca del insecto
y el golpe seco para ordenar el circo
y el golpe seco para evitar que salte la ponzoña
la toga se llevó el trofeo
guardó la navaja junto al libro
y salió
dando un último
portazo
quedó un tajo en la
tarde
la furia idiota de algún ángel
una sílaba una letra
una palabra que no sonó
que se quemó en la hoguera
nadie dijo
verdad.
© Graciela Bucci
tan bello como fuerte, tan verdad como lo indiscutible. susana zazzetti.
ResponderEliminarGracias Susaba. Un abrazo.
ResponderEliminarReal y doloroso. conmueve.
ResponderEliminarSaludos
Anahí Duzevich Bezoz
Duro poema, realidad que lastima. La injusticia.
ResponderEliminarBello y doloroso.
ResponderEliminarLa injusticia y la rebeldía del poema que denuncia. Abrazo Graciela. Sonia Rabinovich
ResponderEliminarConmovedor, Graciela. La rabia y la injusticia parecen una cuerda tensa que vibra a lo largo de todo el poema. Uno puede imaginar la impotencia de quien fue en vano a buscar el amparo de la ley, una oportunidad para la verdad, un cierre de alguna herida aún abierta.
ResponderEliminarAbrazo grande!
Amalia Zacoutegui
Querida Graciela, celebro la excelencia de tu poesía.
ResponderEliminarUn abrazo.
Olga Ferrari.