Anoche golpearon las ventanas de mi casa
¿Quién golpea los vidrios?
¿Acaso el viento?, ¿los arcángeles nuevos de la noche?
¿El vendedor de adelfas y dijes de metal?
¿Acaso Dios?
Le dije a Cecilia que atendiera el llamado
Fue hasta la puerta.
Pero no regresó.
A veces ni hasta Dios se percata que la muerte puede golpear
los vidrios de la casa.
Hoy el jardín amaneció seco y sombrío
Ya nunca más será de día.
© Edna Pozzi
Magistral.
ResponderEliminarmarta
Querida Edna ¡MARAVILLOSO! como siempre
ResponderEliminarPrecioso texto, tan poético y triste. Un beso. Adriana Maggio
ResponderEliminarExcelente poema, con muy buenas imágenes que sorprenden.
ResponderEliminarUn abrazo Ana Romano
Admirable! Agradezco mis ojos, porque te han leído! Maravilla!
ResponderEliminarTremendo sencillo y profundisimo
ResponderEliminarMe encantó. Un abrazo
Graciela Barbero
Conciso y melancólico, verdadero. Norma
ResponderEliminarEdna, excelente poema. Leerlo es bañarse en esa tristeza del adiós.
ResponderEliminarUn abrazo
Imágenes plenas.Hermoso.
ResponderEliminarPlenitud de imágenes. Hermoso.
Saludos
Anahí Duzevich Bezoz
Me conmovió y comparto.
ResponderEliminarhermoso final Edna, cariños desde otra colega pergaminense.
ResponderEliminarPuro realismo con una delicada y sencilla poética q todo lo dice y todo se siente.
ResponderEliminarHermoso!
Aly Corrado Mélin.
Coincido con Aly! Bellísimo!
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