PALABRAS
Se enamoró
del primer sonido
la musicalidad distante
y silenciosa del universo.
Desde el crepitar del fuego manso
a una hoja que elegante y lenta
se desliza desde su linaje fértil
hacia la comprobación
de la ley de Newton
en una desconcertante asombrosa
y secreta gala de armonía.
En medio de ella
el crepitar del murmullo de las palabras
que en tropel enmarañado
llegaban a su piel.
El espejo y la penumbra
en la escultura del viento.
© Sandra Pien
Me enamoró el poema! Tanto o más que las palabras!!
ResponderEliminarY sobre todo " En medio de ella
el crepitar del murmullo de las palabras
que en tropel enmarañado
llegaban a su piel.
El espejo y la penumbra
en la escultura del viento."
Muy bueno
Gracias!
Josefina
Se enamoró. Con eso basta!!
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo Sandra!!
Fluye el poema como si las palabras tuviesen el rumor del agua. La "escultura del viento" es bella imagen, como es bello todo el poema. Abrazo de luz, Sandra.
ResponderEliminarCecilia Glanzmann
Gracias por sus comentarios, Nerina, Josefina y Cecilia. Sobre todo, me alegra ser leída por poetas. Y gracias siempre por el lugar que nos brinda Gustavo Tisocco.
ResponderEliminarLas palabras enamoran se convierten en poema y ya está todo dicho. un abrazo María Luisa Márquez
ResponderEliminarGracias por tus conceptos, María Luisa Márquez. Saludo cordial
ResponderEliminar¡¡¡¡Muy hermoso Sandra!!!
ResponderEliminarCariños, Griselda Pereyra