NICOLINO
No, nunca
me agarraban, ni de pibe:
era el
vago, el jodón, el que se esfuma
sin dejar
rastros, ¡ja!, como la espuma
de mis
guantes. Hablando uno revive…
Cada noche
lo mismo: puro esquive.
Sólo una
vez calcé garras de puma:
pobre
ponja… Quedó como en la bruma.
Es fiero
ser el gil que las recibe…
Pero yo fui
Chaplin: los divertía.
De galera y
bastón -de mimbre el cuello-,
los llevé de la sangre a la poesía.
los llevé de la sangre a la poesía.
El
Intocable… Es un verso aquello…
De los
golpes zafé, no de la ruina.
Al final…
me noqueó la nicotina.
© Mariano
Shifman
gran sonetista sos mariano, pero este poema escapa a todo academicismo y me parece maravilloso!susana zazzetti.
ResponderEliminarAl final...me noqueó la nicotina.
ResponderEliminar!Buenísimo!
Besossss
Grandioso... me encantó.
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