No es la pieza oscura donde pinta,
ni la pobreza que trajo la desnuda forma.
ni la luz que cae sobre la gorra,
ni el pelo desprolijo, ni la barba,
tampoco el cuerpo vencido,
ni el olor rancio del encierro.
Son los ojos que no encuentran
a Saskia, a Hendrickje, al bienamado Tito;
los ojos que se han vuelto
hacia un lugar de nada,
hacia el vacío.
© María Teresa Andruetto
Las delineaciones de la nada, un excelente poema exploratorio del vacío. Felicitaciones María Teresa por este pincel de letras!
ResponderEliminarMe dio mucha pena, proque siento como que describes a tu padre. En todo caso, te amdno un fuerte abarzo. Marta
ResponderEliminarTremenda soledad y vacío total; ausencia. Enorme poema.
ResponderEliminarEstación del sueño donde sólo la memoria destaca presencias. Gracias por tu palabra siempre María Teresa!
ResponderEliminarHermoso poema!!
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