Páginas

8/7/16

Poema de Jorge L. Carranza


Siesta de verano 

Me despierto y  veo al nieto
durmiendo a mi lado.

Sé que no debo perder tiempo.
Debo amarlo mucho
y hacerlo cuanto antes.

Me incrustaré en él.

Llegaré hasta su sangre,
 me disolveré en sus células,
su piel,
su respiración.

Haré  una casa  en  la tibia profundidad
de las zonas bajas
de su subconsciente.
 
 Iré con él en él.

Pasaré por una rendija
que la muerte  no conoce.
 Y seguiré viviendo
 un trecho más.



© Jorge L. Carranza

9 comentarios:

  1. Cuánto amor Jorge!! Dice que uno se enamora cuando es abuelo. Advierto que es así!! Me encantó tu sentir tan profundo y único!!
    Felicitaciones!!
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  2. Los nietos provocan la transformación hasta el infinito. Muy bueno
    Un abrazo Graciela Barbero

    ResponderEliminar
  3. "... Pasaré por una rendija / que la muerte no conoce... " Así se siente. Bello, gracias Jorge! CRISTINA DI LERNIA

    ResponderEliminar
  4. Siempre que leo un poema tuyo me emociono, tus enlaces de palabras son magníficos porque dicen mucho en poco y desde la sencillez llega hondamente, un placer este poema.
    Un abrazo, otro al nieto
    Betty

    ResponderEliminar


  5. Bueno Jorge, ya sabés lo que me provocó este poema, el instante en que la barrera abrió el corazón de CASI SILENCIO.
    Un abrazo amigo


    Lily Chavez

    ResponderEliminar
  6. es un himno a la vida, a a ternura! Un poema para hacerlo bandera y seguir un trecho más.

    Precioso!

    un abrazo

    claudia tejeda

    ResponderEliminar
  7. Gracias poetas por sus palabras. Gracias Gustavo por unirnos ¡ Jorge

    ResponderEliminar
  8. Gracias a Jorge Carraza por su poesía sublime y simple al extremo y dice tanto Marta Comelli

    ResponderEliminar
  9. Quedarse en la continuidad del amor. Maravilloso Jorge.

    ResponderEliminar